Como fruto final de las negociaciones iniciadas en 2015, el pasado 21 de febrero de 2018 se celebró la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Corea del Sur y Panamá, Honduras, Nicaragua, El Salvador y Costa Rica; todos ellos miembros del Sistema de Integración Centroamericana (SICA). Guatemala se retiró de la firma, para seguir negociando a nivel unilateral los términos de un acuerdo a medida, perfilado sobre todo para tutelar sus intereses nacionales de los sectores industrial y agrícola.

Se trata del primer TLC conjunto de estados de Centroamérica con un país asiático, crucial en tiempos de globalización y de entrada en juego de políticas proteccionistas como las desplegadas por Donald Trump para los productos estadounidenses. En Latinoamérica el país asiático tiene vigente acuerdos con Chile, Perú y Colombia. El interés recíproco de la región por Corea del Sur se cimenta en un contexto de confianza mutuo; la mejora del sistema normativo centroamericano; la elevación del nivel y calidad de vida de la población; y, el hecho de que Corea del Sur sea la séptima economía exportadora a nivel mundial según datos de 2016. Fruto sobre todo del desarrollo de su sector industrial, ostenta un Producto Interno Bruto per cápita trimestral de 6.466 euros (datos de 2017), 39 euros mayor que el del mismo trimestre del año anterior.

El Tratado de Libre Comercio hace desaparecer los aranceles en un 95% de los bienes objeto de comercio internacional entre la región y Corea del Sur, y supone una vía de trato preferente, además de productos agrícolas, para materias y manufacturas textiles y productos marinos. El TLC busca, entre otros fines, dar la vuelta a la balanza comercial entre Corea del Sur y Centroamérica, que en 2016 registró un déficit que superó los 935 millones de dólares, tras exportar a nuestros países bienes por valor de 142,6 millones de dólares, e importar bienes surcoreanos por un monto total de 1.078,9 millones de dólares.

La firma reunió a Kim Hyun-Jong, Ministro de Comercio de Corea del Sur junto a su homólogos de Costa Rica, Alexander Mora; de Nicaragua, Orlando Solórzano; la Viceministra de Negociaciones Comerciales Internacionales de Panamá, Diana Salazar; el Ministro de Economía de El Salvador, Tharsis Salomón López; y el Ministro de Desarrollo Económico hondureño, Arnaldo Castillo.

El TLC contiene 21 capítulos que regulan aspectos como la eliminación de los obstáculos técnicos al comercio, las inversiones recíprocas, el acceso a los mercados, las reglas de origen; y las medidas sanitarias y fitosanitarias de deben cumplir los bienes objeto de comercio, entre otros.

Corea del Sur adquiere trato preferente en lo que respecta a los aranceles para vender a Centroamérica, principalmente, productos tecnológicos, productos de automoción, y productos de línea blanca. Para Honduras, el Tratado de Libre Comercio significa abrir las puertas a sectores de varios ámbitos, como los vegetales, las hortalizas, la industria del camarón y el azúcar, por lo que respecta al ámbito alimentario. Fuera de este ámbito, crecerá el comercio de textiles y manufacturas de arneses. Por lo que respecta a Panamá, aumentarán las posibilidades de exportación de productos del mar, café, yuca, aceite de palma crudo y refinado, frutas tropicales, productos cárnicos, procesados del pollo, polvo de pescado, harina, azúcar cruda y refinada, y ron. Costa Rica adquiere facilidades sobre todo en productos agroalimentarios y dispositivos médicos; mientras que Nicaragua tomará fuerza en camarones congelados, azúcar crudo, cacao, café, ron, manufacturas textiles y calzado. El Salvador apostará por el café, el azúcar, las boquitas insufladas y las medicinas.

Es una muy buena noticia sobre la que habrá que repensar la estrategia comercial de toda la región, donde desde hace mucho tiempo están sobre la mesa proyectos de inversión que pueden tomar más cuerpo en base a la segura entrada de capital de origen coreano. La política de logística en Centroamérica, cimentada en una mentalidad común de progreso y en un sistema jurídico y de Compliance que se consolida, será el mejor soporte para las sinergias que creará este Acuerdo de Libre Comercio. En estos aspectos los abogados podremos asesorar a los inversores según cada marco normativo de los Estados centroamericanos y según este nuevo Tratado de Comercio.

Jesús Humberto Medina Alva Socio de CENTRAL LAW en Honduras