A través de decretos presidenciales, el gobierno de los EE. UU. ha promulgado numerosas sanciones que prohíben que empresas estadounidenses―y no estadounidenses―participen en una amplia gama de actividades con numerosas entidades e individuos en Rusia, Bielorrusia y partes de Ucrania. Estas actividades incluyen, de forma enunciativa más no limitativa las siguientes:

  1. Restricciones a la inversión y comercio con ciertas regiones de Ucrania;
  2. Designaciones de individuos (oligarcas) y entidades (bancos y empresas) a las listas publicadas por Departamento del Tesoro de los EE. UU. Lista de Nacionales Designados y Personas Bloqueadas (“SDN List” por sus siglas en inglés o “listas negras”) y restricciones a transacciones que involucren la adquisición de deuda soberana rusa;
  3. Sanciones a Nord Stream 2 AG, la empresa a cargo del diseño, construcción y operación de Nord Stream 2 un proyecto de gasoducto conectando Rusia con la Unión Europea;
  4. Sanciones al Presidente Vladimir Putin y altos miembros del gobierno ruso; y
  5. La eliminación del acceso al sistema SWIFT de mensajería a ciertos bancos rusos.

El comercio entre México y Rusia no es sustancial, sin embargo, no insignificantico. Las principales exportaciones de México para Rusia son el tequila, cerveza, carne y automóviles. Por otro lado, las principales importaciones de México de Rusia incluyen productos químicos, metales, naves aéreas y municiones.

En el momento que se publicó esta Alerta, el gobierno de México ha descartado adoptar medidas directas sancionado a Rusia por la invasión de Ucrania. La posición de México contrasta con la amplia gama de sanciones impuestas por la comunidad internacional, incluyendo su principal socio comercial, los Estados Unidos. El argumento que ha adoptado el gobierno de México es que, históricamente, México se ha mantenido al margen de conflictos internacionales adhiriéndose a su política de no-intervención. Más importante, es de necesidad legal entender las restricciones y sanciones para evitar incumplimientos.

Adicionalmente, hay que recordar que administraciones anteriores han utilizado la diplomacia y “soft power” para presionar indirectamente a México con el objetivo que adopte ciertas medidas específicas (por ejemplo, el uso de amenazas arancelarias por parte de la administración Trump para forzar la cooperación de México para frenar la inmigración ilegal). Más recientemente, se planteó la posibilidad de sancionar a México cuando México consideró comprar helicópteros hechos en Rusia. Ese trato finalmente fracasó. Sin embargo, estos ejemplos sirven como advertencia para aquellos que estén dispuestos a pasar por alto las sanciones estadounidenses e internacionales contra Rusia. Especialmente, si en el futuro se continúa deteriorando la situación en Ucrania, orillando a la comunidad internacional a intensificar aún más su compromiso y apoyo a Ucrania.

¿Cómo se podrían ver afectadas la empresas e individuos en México?

Los EE. UU. son el mayor mercado de exportación para las empresas mexicanas. Según los datos del censo de EE. UU., en 2021, Estados Unidos importó $ 385 mil millones en bienes de México. Es común que las grandes empresas en México tengan subsidiarias u oficinas de representación en los Estados Unidos y/o realicen transacciones comerciales desde los Estados Unidos. Estas circunstancias pueden ser suficientes para que las prohibiciones apliquen a dichas personas y entidades mexicanas. Como ejemplo, están el cese de actividades de empresas como Bimbo y subsidiaras de Grupo ALFA en Rusia.

El decreto presidencial 14065 promulgado el 21 de febrero de 2022 define el alcance de las sanciones para incluir no sólo a las personas de los Estados Unidos, sino también a cualquier persona que se encuentre en los Estados Unidos. Ver la definición completa a continuación (énfasis agregado):

Para efectos del decreto presidencial, el término "persona de los Estados Unidos" significa, cualquier ciudadano de los Estados Unidos, residente permanente legal, entidad constituida conforme a las leyes de los Estados Unidos o cualquier jurisdicción dentro de los Estados Unidos (incluidas las sucursales extranjeras), o cualquier persona en los Estados Unidos.

Estas últimas palabras amplían sustancialmente el ámbito potencial de aplicabilidad. Como se puede apreciar, el análisis de aplicación versa sobre circunstancias específicas y es aún más complejo que simplemente determinar la nacionalidad de una empresa o individuo. De cualquier forma, la recomendación para empresas mexicanas con transacciones sustanciales en los EE. UU. es extremar precauciones, e incluso en la medida de lo posible, evitar transacciones comerciales con Rusia o cualquier entidad o individuo en las listas negras.

A pesar de la limitada relación comercial entre México y Rusia, los efectos económicos ya se han dejado sentir, especialmente en el precio de los combustibles y el impacto a ciertas cadenas globales de suministro. Por lo anterior, y a efectos de minimizar las consecuencias no deseadas, el gobierno de los EE. UU. han emitido ocho licencias generales que autorizan la continuación de ciertos tipos de transacciones con entidades rusas. Dichas licencias incluyen, en forma enunciativa más no limitativa, ciertas excepciones para organizaciones internacionales, para productos alimenticios y agrícolas, ambulancias aéreas, ciertas transacciones y negociaciones relacionadas a energía, deudas y acciones, contratos de derivados y un periodo de gracias para liquidar ciertas operaciones, entre otras.

En la práctica, las condiciones en Rusia se están deteriorando tan rápido que puede resultar inviable y poco rentable realizar o continuar realizando transacciones comerciales en ese país. Los bancos rusos han sido aislados del sistema SWIFT, lo que hace que los pagos de bienes y servicios sean muy complicados de lograr. El rublo ruso se ha depreciado sustancialmente y el acceso a dólares estadounidenses es escaso para la mayoría de los rusos. Incluso los prestamistas existentes que tienen garantías ubicadas en Rusia (ejemplo, arrendadores de aeronaves) se enfrentan a la amenaza de incautación rusa de sus activos, negando la habilidad de ejecutar cualquier garantía ubicada en Rusia. Adicionalmente, no se puede pasar por alto la adopción de medidas adicionales de represalia que pueda tomar el gobierno ruso.

¿Qué se puede hacer?

Realizar una verificación integral o auditoria a operaciones para determinar si se tienen algún riesgo relacionado con las sanciones, tomando en cuenta a los beneficiarios de ciertas transacciones, el origen de los fondos y la ubicación del origen de las mismas. Asegurarse de evitar transacciones con cualquiera de las entidades mencionadas en las listas negras. Adicionalmente, otros países como Singapur, el Reino Unido y los países miembros del bloque europeo han adoptado su propio conjunto de restricciones que pueden impedir indirectamente transacciones comerciales de México con Rusia.

En conclusión, es prudente estar consciente del impacto y consecuencias no deseadas que puede tener las sanciones económicas. Muchos de los efectos de las sanciones no son fáciles de discernir y la debida anticipación podría mitigar muchos riesgos reduciendo costos a largo plazo.