¿Te has preguntado alguna vez por qué la mayoría de personas prefieren ahorrar su dinero en vez de invertirlo?
¿Será por desconocimiento? ¿o tal vez por aversión al riesgo? Sea cual sea la razón, en este artículo trataremos de descubrirla.
Lo primero que tenemos que hacer es diferenciar conceptualmente ambos términos. Por un lado, ahorrar significa guardar nuestro dinero en un lugar “seguro” para disponer de él en el futuro, cuando sea necesario. Generalmente ahorrar no nos devuelve ninguna ganancia y, si lo hace, es muy poca en relación a otras opciones. En cambio, invertir significa guardar nuestro dinero en un lugar “no tan seguro” como el del ahorro, pero con la esperanza de que en el futuro esa inversión nos aporte una ganancia que sea mucho mayor al riesgo que hemos asumido por invertir.
Una vez diferenciados los términos, nos concentraremos en conocer las principales causas por las que la gente prefiere ahorrar antes que invertir:
Desconocimiento: La mayoría de personas no conocen las diferentes opciones de inversión disponibles en el mercado y no solo eso, hay muchas personas que desconocen lo que invertir significa. Lo anterior no suele suceder con el ahorro, dado que la mayoría de personas tienen al menos una mínima idea del significado del ahorro, ya sea porque se lo inculcaron en su familia desde pequeños, ahorrando en sus alcancías, por ejemplo, o porque la labor bancaria está enfocada principalmente en la promoción del ahorro y no en la de la inversión.
Aversión al riesgo: Regularmente la gente prefiere apostar por lo seguro. Todo aquello que implique correr un riesgo, por mínimo que sea, les genera duda, incertidumbre y miedo. En el caso del ahorro, el riesgo adquirido es nulo o casi nulo, pero así lo es también el nivel de rentabilidad obtenido. Por otro lado, invertir es más arriesgado, pero con una mayor probabilidad que el ahorro de obtener ganancias. Para las personas pareciera ser más importante conservar lo que ya poseen que hacerlo crecer.
Poca liquidez: Las personas prefieren siempre tener disponible su dinero en el menor tiempo posible, lo cual es posible por medio del ahorro, pero no en la inversión, en la mayoría de casos. Por ejemplo, en una cuenta de ahorros puedes disponer de tus fondos cuando lo necesites; sin embargo, en una inversión de largo plazo podrás disponer de tus recursos después de un lapso de tiempo determinado, tiempo en el cual el dinero se esta multiplicando y ganando intereses.
Poco control de egresos: En ocasiones es notorio que las personas opten por la vía del ahorro porque saben que al tener siempre disponible su dinero, pueden ocuparlo para sus gastos, incluso para aquellos que no son de emergencia y estrictamente necesarios. Por otro lado, si el dinero se invierte se garantiza al menos que las personas no podrán hacer mal uso de sus recursos usándolo en gastos innecesarios. Por ejemplo, si has ahorrado dinero por un tiempo, pero se te presenta una situación donde debes hacer uso de estos fondos y que realmente no representa un egreso forzoso, seguramente lo harás porque tienes los fondos necesarios para hacerlo; en cambio, con una inversión, aunque quieras, no podrías hacerlo, o al menos no inmediatamente.
Falta de planificación personal: El que las personas no tengan claros sus objetivos personales y financieros impide que se planifiquen los recursos para alcanzarlos. La variable más importante de esta planificación debería de ser el tiempo, dado que, como mencionábamos anteriormente, la disponibilidad del dinero en el ahorro es inmediata, mientras que en una inversión no. Por ejemplo, si nuestro objetivo personal es la compra de una casa y, dado que no planifico mis recursos, opto por la vía del ahorro, estaré 5 o más años acumulando dinero sin generar ganancias; sin embargo, si opto por la vía de la inversión a largo plazo, podría estar acumulando la misma cantidad de dinero que con el ahorro, pero con un margen de ganancia que hará posible que mi dinero se multiplique y acorte el tiempo para comprar la casa. Otro ejemplo podría ser tu proyecto de jubilación: si tienes alrededor de 35 años e independientemente de si cotizas o no un fondo de pensión quieres tener dinero disponible para vivir un retiro cómodo, te convendría mejor invertir dinero desde ya para que cuando llegue el momento no solo tengas el monto invertido, sino también los retornos obtenidos de él.
Definitivamente las razones por las cuales una persona decide ahorrar en lugar de invertir pueden ser variadas. Pueden ir desde no conocer que significa realmente invertir hasta la tenue planificación de recursos para alcanzar objetivos personales y financieros. Es notoria la supremacía del ahorro sobre la inversión; sin embargo, para tomar buenas decisiones financieras es importante que te informes, que conozcas cual es tu nivel de riesgo aceptable, las condiciones de liquidez que necesitas, que controles tus egresos y que planifiques tus objetivos personales.